El Papa Francisco visitó la iglesia de Santa Isabel en Budapest y escuchó testimonios de refugiados ucranianos y pobres, agradeciendo a la Iglesia húngara por acogerlos con generosidad y entusiasmo.
También habló sobre la importancia de la compasión hacia los más necesitados y de la caridad que va más allá de la asistencia material y social.
Sin embargo, la ausencia de refugiados de África, Siria y Afganistán se atribuye a la dura política antinmigración del gobierno de Viktor Orbán.
En su visita a un instituto católico para niños ciegos, el Papa saludó a cerca de 70 chicos y niños, agradeciendo por sus canciones, gestos y ojos.
de miles de ucranianos han escapado de la guerra, aunque solo alrededor de 35,000 han pedido el estatus temporal de protección para quedarse en Hungría, según ACNUR.