Este lunes, las acciones europeas se desplomaron y el euro tocó un nuevo mínimo bajo una amenaza de una recesión del continente. El principal factor que estaría precipitando esta caída sería la crisis de gas agravada por la interrupción del suministro de Rusia.
El precio del gas natural se ha disparado a casi un tercio, mientras que el petróleo subió. Esto último se debe a la decisión de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) y sus aliados liderados por Rusia, de reducir la producción de crudo con la intención de elevar los precios.
La crisis del gas ha ocasionado que las acciones de Fráncfort cayeran más de un 3%, las de París han perdido un 2%. A la par, las acciones de Londres también perdieron terreno, en donde designaron a como nueva primera ministra a Liz Truss.
La utilización de la energía como principal herramienta de presión rusa aumenta los riesgos de la caída de las economías europeas. Este lunes, el euro marcaba a $0,9878, el nivel más bajo alcanzado desde diciembre de 2002. La moneda europea ha venido derrumbándose desde principios de año, en total un 13%.