Los países del Consejo de Seguridad de la ONU van a seguir tratando de alcanzar un acuerdo para mantener con vida el mecanismo que permite el suministro de ayuda humanitaria desde Turquía a las zonas opositoras del noroeste de Siria, después de que Rusia vetara este martes la última propuesta de compromiso.
Así lo adelantaron Suiza y Brasil, los dos Estados miembros que lideran este dossier y que en las últimas semanas han estado tratando de encontrar una solución para mantener abierto el cruce fronterizo de Bab al Hawa, que según Naciones Unidas es vital para llevar ayuda a millones de personas necesitadas.
“Vamos a volver a trabajar inmediatamente para encontrar una solución”, dijo la embajadora suiza, Pascale Baeriswyl, a los periodistas.
El cruce de convoyes humanitarios está ahora mismo detenido, después de que la pasada medianoche expirase la autorización dada por el Consejo de Seguridad y de que hoy fracasaran dos iniciativas para prorrogarla.
Primero, Moscú vetó una resolución que habría renovado la autorización para usar Bab al Hawa por nueve meses y que contó con el apoyo de trece de los quince países del Consejo.
A continuación, el órgano votó una alternativa planteada por Rusia, que habría mantenido el cruce abierto por seis meses, pero que incluía ciertas modificaciones consideradas inaceptables por varios Estados miembros.