Los partidos de derecha y centro han confirmado su dominio en el Senado de Francia tras su victoria en las elecciones que renovaron 172 de los 348 escaños de la Cámara, lo que equivale a la mitad de su composición.
Gérard Larcher, presidente del Senado y miembro de Los Republicanos, enfatizó que la Cámara seguirá siendo un contrapoder fundamental para la democracia. Este partido conservador ahora controla 140 escaños, consolidándose como la principal fuerza en el Senado, según estimaciones provisionales proporcionadas por la prensa francesa.
No obstante, la izquierda ha confirmado su posición como la segunda fuerza política en el Senado, lo que le permite fortalecer sus posiciones de cara a futuros comicios y superar el hito simbólico de los cien senadores que incluyen socialistas, ecologistas y comunistas. Por otro lado, el partido Francia Insumisa no logró obtener ningún representante debido a su limitada presencia en cargos locales.
A pesar de esto, la mayoría presidencial continúa siendo minoritaria y fragmentada, y sufrió contratiempos en Nueva Caledonia, donde la secretaria de Estado de Ciudadanía, Sonia Backès, fue derrotada por el candidato independentista Robert Xowie, del Frente de Liberación Nacional Kanak y Socialista (FLNK).