La crisis de Ucrania es decisiva para el orden global, destacaron este domingo en la Conferencia de Múnich el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, y el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares.
Ambos intervinieron hoy la Conferencia de Seguridad de Múnich, centrada en la crisis de Ucrania y marcada por la ausencia de Rusia,.
Resaltaron, al igual que la mayoría de los líderes presentes, que lo que está en juego en Ucrania es mucho más que el futuro de ese país, puesto que lo que se dirime es el porvenir del actual orden de seguridad a escala mundial, cuestionado por potencias como Rusia y China.
Albares resaltó además, como había hecho antes el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, que el órdago lanzado por el Kremlin tuvo por el momento el efecto contrario al deseado, puesto quesirvió para cimentar aún más la alianza transatlántica y reforzar la cooperación entre Europa y Estados Unidos.
“Yo creo que esta crisis además de conseguir esa unidad entre socios europeos y socios transatlánticospuso de relieve la indivisibilidad de la seguridad en Europa”, aseguró el ministro en un encuentro con periodistas tras la conferencia, que finaliza este domingo.
En su intervención, como parte de un debate sobre el futuro de la Unión Europea (UE), Albares ya había destacado que Moscú busca “volver al pasado”, a la época de las “esferas de influencia”, puesto que quiere dictar quién puede ingresar a la OTAN.
Por el contrario, el ministro de Exteriores español apostó por “el futuro” que supone “una Europa de paz, de estabilidad, de prosperidad” y por agotar la vía diplomática con el fin de evitar una incursión militar rusa.