Los escritos de la ganadora se enfocaron en resaltar las inequidades en género, idioma y clase, desde el punto de vista personal.
Anne Ernaux se quedó con el Premio Nobel de Literatura 2022 por su habilidad por retratar su propia vida y memorias. La escritora nació en 1940 en Yvetot, Normandía, (Francia) en una familia de tenderos, sus padres tenían una tienda de comestibles y una cafetería en el pueblo, con lo que su capacidad económica no era la más alta. Sus padres, según cuenta la biografía oficial del Nobel, lograron pasar de una vida proletaria a una burguesa, y no hablaban mucho de política.
Partiendo de sus experiencias de vida, los escritos de Annie se enfocaron en resaltar las inequidades en género, idioma y clase, que también influyeron en su camino hacia la literatura y el convertirse en autora. Y declara que es una “etnóloga de sí misma” más que una escritora de ficción. A Man’s Place (1992), su cuarto libro publicado, le habría dado el primer empujón fuerte a su carrera. El libro abordaba la historia de su padre y los impactos sociales que le formaron.
La escritora francesa Annie Ernaux ganó el jueves el Premio Nobel de Literatura 2022 por “el valor y la agudeza clínica” de sus libros, en gran parte autobiográficos, que examinan la memoria personal y la desigualdad social. Al explicar su elección, la Academia Sueca dijo que Ernaux, de 82 años, “examina de forma coherente y desde diferentes ángulos una vida marcada por fuertes disparidades de género, lengua y clase”. Ernaux, la primera mujer francesa en ganar el premio de literatura, dijo que ganar era “una responsabilidad”.
“Me sorprendió mucho (…) Nunca pensé que estaría en mi panorama como escritora”, dijo Ernaux a la emisora sueca SVT. “Es una gran responsabilidad (…) dar testimonio, no necesariamente en términos de mi escritura, sino dar testimonio con precisión y justicia en relación con el mundo”. La autora ha dicho que escribir es un acto político, que nos abre los ojos ante la desigualdad social. “Y para ello utiliza el lenguaje como ‘un cuchillo’, como ella lo llama, para rasgar los velos de la imaginación”, dijo la academia.