Al menos cinco elefantes africanos murieron de sed esta semana en el parque nacional de Hwange, en el oeste de Zimbabue, en medio de una intensa sequía que ha dejado a niveles mínimos los recursos hídricos de este espacio natural protegido, informaron hoy a EFE las autoridades medioambientales del país.
“Las investigaciones preliminares han demostrado que sucumbieron a la deshidratación. Los animales enfermos y los más mayores se ven afectados al no poder caminar largas distancias en busca de comida y agua”, dijo a EFE el portavoz de la Autoridad para la Gestión de Parques y Vida Salvaje de Zimbabue (ZimParks), Tinashe Farawo.
Según Farawo, los guardabosques del parque nacional de Hwange, el más grande de Zimbabue, con 14.650 kilómetros cuadrados, encontraron los cadáveres de los paquidermos durante sus patrullas.
El país ha estado experimentando una sequía desde el pasado mes de septiembre, cuando estaba previsto que comenzase la temporada de lluvias.
Para evitar la muerte de muchos animales, Farawo explicó a EFE que ZimParks ha construido abrevaderos artificiales y se han excavado pozos de agua para los animales salvajes.
Zimbabue es el hogar de más de 80.000 elefantes africanos de sabana, la segunda población más grande de estos animales en el continente.