El gobierno chino ha confinado este martes a los cerca de 4 millones de residentes de las ciudades de Chengde y Xinle, en Hebei. Este es el nuevo intento de las autoridades para controlar cualquier avance del COVID.
La medida llega en el contexto de los preparativos del 20° Congreso del Partido Comunista Chino (PCC). El evento está agendado para celebrarse en los próximos tres meses. En esta reunión se determinará si Xi Jinping es o no relegido para un tercer mandato como secretario general del partido.
Asimismo, los más de 13 millones de habitantes de Tianjin, al norte de Beijing, deberán someterse a una prueba PCR. En esta localidad se ha detectado más de 80 casos en dos días, cifra que ha provocado las ya conocidas estrictas medidas de China que aun mantiene los confinamientos localizados.
La política sanitaria en China es una de las más estrictas en el mundo, incluso, esta ha adquirido un tono político. De esta forma, cualquier acto de oposición frontal a las medidas anticovid pueden llegar a ser consideradas como cuestionamientos al gobierno.