Investigadores chinos han desarrollado una herramienta de edición genética llamada “editores de bases” que puede corregir errores en el ADN sin cortarlo, siendo más precisa y segura que CRISPR-Cas9.
Utilizando una enzima llamada glicosilasa, pueden modificar la guanina en el código genético.
Esta herramienta tiene propiedad intelectual independiente y puede aplicarse libremente para cualquier modificación genética.
La edición de bases ya se está utilizando para tratar enfermedades genéticas como la anemia falciforme y las enfermedades cardiovasculares.
Se ha realizado un tratamiento exitoso de leucemia de células T en el Reino Unido utilizando esta tecnología.
La edición genética es una tecnología revolucionaria que ayuda a comprender mejor el genoma y a crear modelos más precisos de procesos patológicos.
Sin embargo, ha habido controversia en torno a la edición genética debido a casos como el del investigador chino He Jiankui, quien creó bebés modificados genéticamente para resistir al VIH.
He fue condenado y su visado de trabajo en Hong Kong fue anulado.