Los primeros recuentos de los colegios electorales de las retrasadas elecciones presidenciales de Senegal el domingo mostraron que el candidato de la oposición Bassirou Diomaye Faye tomaba la delantera, lo que provocó celebraciones callejeras después de un día pacífico de votación que muchos esperan que traiga cambios.
Millones de personas hicieron fila para elegir al quinto presidente de Senegal luego de tres años de turbulencia política sin precedentes que provocaron violentas protestas antigubernamentales y reforzaron el apoyo a la oposición.
Lo que está en juego es el posible fin de una administración que ha impulsado políticas favorables a los inversores pero que no ha logrado aliviar las dificultades económicas en una de las democracias más estables de África Occidental, propensa a golpes.
Los votantes podían elegir entre 19 candidatos para reemplazar al presidente Macky Sall, quien renunció después de un segundo mandato empañado por los disturbios por el procesamiento del líder de la oposición Ousmane Sonko y la preocupación de que Sall quisiera extender su mandato más allá del límite constitucional.