Camila, la esposa del Rey Carlos III, fue coronada como la nueva Reina del Reino Unido en la Abadía de Westminster, sin el título de consorte que había pedido la Reina Isabel II.
Su ascenso al trono marca el final de un largo y difícil camino para la mujer de Carlos III, quien en su día fue vilipendiada por ser la amante del ahora rey.
Su relación extramatrimonial sacudió los cimientos de la monarquía británica, llevándola a su crisis más profunda desde la abdicación del rey Eduardo VIII en 1936.
La relación de Camila y Carlos III fue aprobada por la opinión pública, pero solo después de décadas de especulación, grabaciones secretas y la muerte prematura de la Princesa Diana.
Carlos III estableció que Camila, de 75 años, dejase desde el día de su coronación de llamarse “reina consorte”, convirtiéndose así en la Reina del Reino Unido.