Esta nueva acusación se suma a las revelaciones sobre fiestas celebradas en diciembre de 2020 entre empleados de Downing Street, que llevaron a la apertura de una investigación interna.
El primer ministro británico, Boris Johnson, sería objeto de una nueva investigación policial por una fiesta celebrada en el jardín de Downing Street en mayo de 2020, en pleno confinamiento obligatorio, cuyo reciente descubrimiento vuelve a colocar al gobierno en el ojo de la tormenta.
Según varios medios británicos, la fiesta se celebró en los jardines de Downing Street el 20 de mayo de 2020 y asistieron a ella tanto el primer ministro como su esposa Carrie, en una época en la que la interacción social estaba drásticamente restringida.
La policía confirmó que estaba “en contacto” con el gobierno sobre este tema, que podría ser investigado como una infracción de la normativa sanitaria.
En mayo de 2020, sólo era posible reunirse con una persona en un lugar público, al aire libre y siempre que se respetaran dos metros de distancia.