El presidente francés, Emmanuel Macron, participa desde primera hora de esta tarde en una reunión de crisis con miembros de su gobierno sobre los disturbios que en la tercera noche consecutiva, han dado lugar a 875 arrestos por todo el país.
El Ministerio del Interior ha comunicado la actualización de esas cifras, presentadas como definitivas, en una noche en la que los alborotadores atacaron 492 edificios públicos, en gran medida pasto de las llamas al igual que 2.000 vehículos incendiados.
Macron, que había estado participando desde ayer en Bruselas en el Consejo Europeo, ha vuelto a mediodía a París sin comparecer en la capital belga, como es habitual al término de una cumbre de la Unión Europea.
En la reunión de crisis participan, en particular, su primera ministra, Élisabeth Borne; y los titulares de Interior, Gérald Darmanin; Justicia, Éric Dupond-Moretti; Defensa, Sébastien Lecornu; Transición Ecológica y Cohesión Territorial, Christophe Béchu.
Uno de los puntos que están encima de la mesa es tomar medidas de carácter excepcional, como podría ser la declaración del estado de emergencia, sobre la que ha sido interrogada esta mañana Borne, que no lo ha descartado.