El maltrato que padece una jirafa llamada Benito en un parque público de Ciudad Juárez, en la frontera norte de México, ha despertado indignación entre activistas a favor de los animales, quienes acusan a las autoridades de propiciar su “lenta muerte”.
Una docena de activistas han pintado un mural en la frontera entre Ciudad Juárez y la urbe estadounidense de El Paso, Texas, para manifestarse contra el maltrato animal y lo que catalogan como el lento sacrificio de Benito a manos de los políticos en el poder.
Apenas el 1 de junio del año pasado, los ciudadanos se conmocionaron por la muerte de la jirafa Modesto, que vivió durante 20 años en el Parque Central de Ciudad Juárez, en donde era una de las atracciones del lugar, administrado por el Gobierno estatal de Chihuahua.
Ante el luto, el 4 de mayo pasado, el Gobierno de Chihuahua presentó a la nueva jirafa, bautizada como Benito, de 4,3 metros de altura y 3 años de edad, procedente del Zoológico Fiesta Safari de Culiacán, Sinaloa.