Sindicatos independientes organizaron una marcha por el Día del Trabajo en México para exigir derechos laborales, democracia sindical y el cumplimiento de demandas laborales.
Los manifestantes criticaron la incertidumbre, desigualdad económica y la ruptura social en el país.
La Nueva Central de las y los Trabajadores de México firmó un manifiesto en el que criticó las reformas antipopulares impuestas por los gobiernos neoliberales del mundo y destacó las protestas obreras en otros países.
Los trabajadores pidieron reducción de la jornada laboral, renta básica universal, defensa de los sistemas de pensiones solidarias, derecho a la huelga, libertad sindical y contratación colectiva.
También exigieron salarios justos, mejores condiciones de trabajo y seguridad social para los trabajadores agrícolas, y mostraron su apoyo a las luchas de los pueblos originarios y la demanda de reducción de las brechas de desigualdad.
Los trabajadores anunciaron que convocarán a un diálogo nacional a través de una Convención Nacional Democrática de las y los trabajadores para reorganizar la clase trabajadora y dotarla de una plataforma de lucha “anti sistémica y reivindicativa”.