La asociación mexicana Colmillo Blanco protege un oasis de dos por cuatro metros que sobresale como el único espejo de agua en las 87 hectáreas de bosque que sobreviven sin protección del Gobierno en el Cerro del Fortín en Oaxaca, estado del sur del país.
En el marco del Día Mundial del Agua, una fecha para destacar la importancia del agua dulce, el ambientalista Carlos Alberto Morales, quien es presidente de la asociación Colmillo Blanco, se encarga del cuidado ambiental y de motivar entre la ciudadanía la reforestación en Oaxaca.
El oasis se escarbó artesanalmente hace más de cuatro años en una zona agreste y alrededor de esta reserva florecen especies endémicas de la zona, como árboles de copal, guamúchil, pinos, además de cactus, árboles frutales como el níspero, ciruelos y guayabas.
También está por llenarse un oasis más de 10.000 litros de agua y por construirse 2 más, también de manera artesanal.
La lucha por el agua en México cobra relevancia mientras más de la mitad del territorio, el 51,08 %, afronta una sequía de moderada a extrema, según la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Carlos Alberto sube a diario a mantener con agua lo que él nombró “Proyecto oasis del Cerro del Fortín”, vaciando con sus manos garrafones que él mismo lleva desde su casa al estanque para que se mantenga al 30 % de su capacidad mientras llegan las lluvias.