Los habitantes de San Juan del Río, municipio del centro de México, convirtieron un panteón del siglo XVIII en el Museo de la Muerte, el único en el país que tiene esta vocación y que acapara a los visitantes con motivo del Día de Muertos, que se celebra el 1 y 2 de noviembre.
Las exhibiciones del lugar “difunden la devoción y el honor a los santos muertos”, explicó Francisco Landeros, secretario Económico, Empresarial y de Turismo de San Juan del Río, municipio del estado de Querétaro.
“Es único en el país como Museo de la Muerte. Dentro de esta museografía es donde están estos esqueletos en honor a los santos difuntos, donde hay esquelas, donde hay recuerdos, donde hay catrinas (calaveras mexicanas) originales de aquellos tiempos”, detalló.
Edificado en 1854, el Panteón de la Santa Veracruz estaba ubicado en ese entonces a las afueras de la ciudad, un lugar destinado exclusivamente para la clase alta de San Juan del Río.