Porfirio Muñoz Ledo, quien falleció este domingo a los 89 años de edad, recibió un homenaje de cuerpo presente en el salón de plenos de la Cámara de Diputados, en donde legisladores de distintos partidos políticos destacaron su trayectoria política y lo calificaron como un patriota y hombre de Estado.
Poco después de las 13:00 horas, el féretro con los restos mortales de quien por dos ocasiones fue presidente de este órgano parlamentario, ingresó en medio de aplausos al recinto de San Lázaro, acompañado por sus hijos Lorena, Tierry, Alejandro y Verónica, así como de sus nietos Diego, Rodrigo, Ana y sus nueras Paulina, Sandra y Rebeca. Faltó su hija Tamara por problemas de vuelo, lo que le impidió llegar.
Arreglos florales blancos y dos grandes fotografías flanqueaban el féretro con los restos mortales de Muñoz Ledo, que fue colocado al pie de la máxima tribuna.
Durante la emotiva ceremonia luctuosa, que duró más de dos horas y media y a la que asistió la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, su contemporáneo, el priista Augusto Gómez Villanueva, reveló cual fue una de las últimas voluntades de Muñoz Ledo.
“Me atrevo a decir y lo tengo que comentar para que quede inscrito en la historia de México, que su última voluntad fue que se integrara su óleo en el salón de presidentes del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional”.