El estado de Puebla posee una riqueza patrimonial en templos religiosos y museos, los cuales albergan valiosas piezas en lienzos, esculturas, pinturas y otro tipo de objetos.
Por ello, Puebla ocupa los primeros lugares por el delito de robo de arte sacro, seguido del Estado de México, Hidalgo, Tlaxcala y Guanajuato, de acuerdo con una publicación del Centro Católico Multimedia.
En enero de 2023, durante su comparecencia ante el Congreso como parte de la glosa del Cuarto Informe de Gobierno, Sergio Vergara, secretario de Cultural estatal, informó que hay 10 denuncias presentadas ante la Fiscalía General de la República por el robo de arte, de las cuales dos fueron presentadas por la dependencia a su cargo y ocho por la Secretaría de la Función Pública estatal.
Añadió que la colocación de chips, los cuales contienen información de cada una de las piezas, forma parte del sistema electrónico de protección a las colecciones.
A decir del arquitecto Javier Martínez Burgos, especialista del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el robo y tráfico de arte sacro es recurrente porque no hay un marco legal que lo defina, tampoco existe un catálogo nacional que ayude a combatir su desaparición y en la mayoría de los casos cuando se cometen robos, no se denuncian.
Son los templos católicos de Puebla, Jalisco, Tlaxcala, Hidalgo, Morelos, Guanajuato, Zacatecas y Estado de México los que más han sido saqueados en los últimos 20 años y las autoridades suponen que los principales clientes de los ladrones son galerías privadas, coleccionistas y anticuarios de la Ciudad de México, Monterrey, Guadalajara y Estados Unidos.