La sequía en Uruguay no hace más que agravarse. En Montevideo anhelan cuanto antes que llueva, ante una escasez que dejó al principal embalse de la capital con apenas diez días de agua.
La falta de agua es un correlato de lo que ocurre en la Argentina, donde se vio afectada la producción agropecuaria con pérdidas de hasta 20 mil millones de dólares. En el caso uruguayo, se trata del peor déficit hídrico desde 1949, que afecta el abastecimiento de miles de hogares y provocando una mala calidad del agua.
Los niveles de agua del embalse Paso Severino, que abastece a más de la mitad de los 3,5 millones de uruguayos, están en “mínimos históricos”, según la empresa estatal Obras Sanitarias del Estado (OSE), en torno al 10 por ciento de su capacidad.
De acuerdo a los últimos datos, dispone de unos 6,2 millones de metros cúbicos de agua, muy lejos de la media mensual de 60 millones. Se necesitan unos 650 mil metros cúbicos por día para abastecer a la capital.