El obispo nicaragüense Rolando Álvarez, un crítico del Gobierno del presidente Daniel Ortega, inició un ayuno indefinido tras ser objeto, según denunció, de una “persecución policial” en la víspera, que incluyó la violación a su “círculo de privacidad familiar (..) poniendo en riesgo la seguridad” de su familia.
“He sido perseguido durante todo el día por la Policía sandinista (…) en todo momento durante todos mis movimientos del día”, denunció el obispo Álvarez, a través de un video grabado cerca de la medianoche en la parroquia Cristo de Esquipulas, ubicada en Managua, donde, dijo, se encuentra “acogido como huésped”.
Álvarez, obispo de las diócesis de Matagalpa, administrador apostólico de la diócesis de Estelí (norte), y encargado del área de Comunicación de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, es uno de los religiosos más populares e influyentes del país.
El obispo relató que, en la persecución, los agentes entraron en su círculo familiar, y que al cuestionarlos, estos le respondieron que “obedecen órdenes” con el objetivo es brindarle seguridad. “Pero ya sabemos que la inseguridad de este país es precisamente la Policía”, resaltó.
En respuesta, el obispo anunció un “ayuno indefinido”, que afirmó no abandonará hasta que tener garantías de que la Policía no volverá a incluir a sus familiares en su persecución.
“Comienzo un ayuno a agua y suero indefinido hasta que la Policía Nacional, a través del presidente o vicepresidente de la Conferencia Episcopal, únicamente, me hagan saber que van a respetar mi círculo de privacidad familiar”, señaló Álvarez.