La peor sequía de los últimos 120 años en la Amazonía brasileña ha hecho aflorar varios yacimientos arqueológicos desconocidos hasta hoy, entre los cuales se han encontrado urnas funerarias y grabados rupestres de pueblos indígenas de la época precolonial.
El Instituto de Patrimonio Histórico y Artístico Nacional de Brasil (Iphan) anunció este martes el descubrimiento de tres nuevos lugares arqueológicos desconocidos hasta ahora y “de gran relevancia” en el estado de Amazonas, y esperan detectar más, si persiste la falta de lluvias.
Pero esta situación, que en algunos casos ha transformado los lechos de los ríos en desiertos, ha provocado también que en las últimas semanas aparezcan restos arqueológicos.
El primero de los nuevos yacimientos está en la localidad de Anamã, a unos 160 kilómetros de Manaos, donde han hallado un conjunto de pedazos de urnas cerámicas funerarias de la época precolonial.
El arqueólogo Jaime Oliveira, del Iphan Amazonas, explicó a EFE que los artefactos parecen estar asociados a la fase “Guarita” de “tradición policromática de la Amazonía”, que se desarrolló en la parte central de la selva entre los siglos IX y XIV.
Según ha podido comprobar de forma muy preliminar, cree que podría haber entre “dos y tres urnas” y que en ellas no hay restos humanos.