Cientos de trabajadores de El Salvador marcharon para exigir el cumplimiento de sus derechos laborales y en contra de algunas decisiones del presidente Nayib Bukele con motivo del Día Internacional del Trabajo, y rechazaron que las protestas se hayan realizado en defensa de las pandillas.
El Salvador se encuentra bajo de régimen de excepción, implementado desde finales de marzo por la violencia atribuida a las pandillas, con el cual se han suspendido a los ciudadanos varios derechos constitucionales, como la libre asociación y reunión.
En este contexto, el ministro de Trabajo de El Salvador, Rolando Castro, afirmó esta semana que las marchas convocadas por diferentes sindicatos y organizaciones sociales para el 1 de mayo serían “en defensa” de las pandillas.
Sonia Urrutia, Bloque de Resistencia y Rebeldía Popular, dijo a periodistas que “es una completa falta de respeto a la clase trabajadora que se nos vincule con pandillas” y subrayó que las protestas, que salieron desde diferentes puntos de San Salvador, “llevaban el único objetivo de reivindicar a los trabajadores y exigir el cumplimiento de nuestros derechos laborales”.
Urrutia criticó que “el Gobierno de Bukele excluya a la clase trabajadora que no es afín a ellos” y denunció que “a varios compañeros sindicalistas se les ha criminalizado por el simple hecho de pensar diferente”.