El Gobierno del estado de Río de Janeiro, Brasil, ha implementado un incentivo financiero de 5.000 reales (aproximadamente 1.000 dólares) para los policías que logren decomisar y retirar de la circulación fusiles, según informaron fuentes oficiales este lunes.
Los agentes de la Policía Militar y Civil de Río podrán acceder a esta gratificación cuando incauten rifles en el ejercicio de sus deberes o durante sus días libres. El decomiso del fusil debe cumplir ciertos criterios, como que el arma esté sin registro y/o que su propietario carezca de la autorización adecuada para portarla.
También se considerarán los casos en que el fusil esté en posesión de menores de edad. Además, el arma deberá someterse a un análisis pericial y solo se otorgará el pago por aquellos fusiles que estén en funcionamiento. Estas disposiciones fueron publicadas en el Diario Oficial.
“El fusil es un arma de guerra. Cuanto más se las quitemos a los bandidos, menos será necesario que nuestros policías las usen” durante el transcurso de las operaciones, señaló el gobernador de Río, Cláudio Castro, en sus redes sociales.