Son decenas de miles de personas que necesitan de la solidaridad de todos los países que, de una u otra forma, están siendo impactados por su paso, obligados en su mayoría por las difíciles situaciones que viven en sus naciones, mencionó un funcionario internacional.
Panamá requiere “fondos frescos” de la cooperación internacional para atender en sus estaciones de recepción fronterizas al creciente flujo de migrantes que viaja hacia Norteamérica, afirmó a EFE el jefe de misión de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en el país, Santiago Paz.
Al menos 107.000 migrantes en movilidad han llegado a Panamá este 2021, dijo el ministro de Seguridad Pública, Juan Pino, durante una reunión de alto nivel con funcionarios de Estados Unidos. Aseguró además que se prevé que al cierre del año esa cifra rondará los 150.000.
Son números inéditos para una ruta migratoria considerada de las más peligrosas del mundo, la selva del Darién, la frontera natural de Panamá con Colombia, un paso terrestre que ha sido utilizado durante décadas por migrantes procedentes de todo el mundo que se dirigen principalmente a Estados Unidos.