En un acto celebrado a puertas cerradas desde su residencia, el mandatario aseguró que los obispos nicaragüenses, en el marco de la revuelta popular que estalló en abril de 2018, le dieron un “ultimátum” para que dejara el poder en 24 horas.
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, inició formalmente su campaña para su tercera reelección consecutiva con un discurso centrado en atacar a los obispos, a los que llamó “terroristas”, así como a los dirigentes opositores que se encuentran encarcelados desde mayo pasado y a Estados Unidos.
En el acto, transmitido por cadena de radio y televisión, Ortega afirmó que los obispos “nos leyeron el ultimátum, donde nos daban 24 horas para dejar y entregar el Gobierno, el Poder Judicial, el Poder Electoral, la Asamblea Nacional, entregarlo todo”.
“Un golpe igualito al que le dieron al (fallecido) presidente (venezolano Hugo) Chávez los vendepatrias en Venezuela, que luego el pueblo lo revirtió. Aquí (en Nicaragua) fue igualito y no aguantó el pueblo”, señaló.