El propio mandatario chileno inició su descanso el pasado 1 de febrero por un período de dos semanas y media, aunque ha participado en algunas actividades durante sus días libres.
Las vacaciones que se tomaron el presidente de Chile, el conservador Sebastián Piñera, y 20 de sus 23 ministros a un mes del final de su mandato han despertado una agria polémica en el país, donde se le crítica por un supuesto “abandono de deberes”.
Una controversia azuzada, además, por la cercanía del inicio del proceso de traspaso de poderes al Ejecutivo del izquierdista Gabriel Boric, que comenzará el próximo 21 de febrero y culminará el 11 de marzo con la toma de posesión.
“Chile se ha caracterizado por hacer el cambio de mando de manera que haya una continuidad en las funciones del Estado. En febrero ya empezamos las reuniones con las nuevas autoridades”, defendió el subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli.