Una nueva marcha antigubernamental en Lima llegó hasta los exteriores del Congreso peruano, mientras los enfrentamientos con la policía nacional dejaron 8 heridos y se registraron seis detenidos, al término de una jornada de protestas que se extendió por gran parte del país.
La jornada de protesta empezó con movilizaciones en varias regiones del país, que transcurrieron pacíficamente en su mayoría, y concluyó con una marcha por el centro histórico de Lima con la participación de organizaciones sociales, sindicatos, grupos de estudiantes, activistas y partidos de izquierda.
La Policía Nacional usó bombas lacrimógenas para dispersar a los manifestantes que llegaron hasta los exteriores del Parlamento, edificio que estaba rodeado por un cerco policial y rejas de metal para impedir su acceso.
Un grupo de manifestantes fue conducido por la Policía hacia un puente que comunica con el distrito del Rímac, mientras que otro grupo fue forzado a retroceder hacia el parque Universitario, donde estaba el cerco policial que bloqueaba el ingreso a la avenida Abancay.
Al final de esa avenida se encuentra el edificio del Parlamento, que permanecía cerrado y resguardado por la Policía Nacional con tanquetas y otras unidades móviles.