Varios incendios forestales han destruido más de 300 hectáreas de bosques en el departamento colombiano de Santander (este), donde once municipios fueron declarados en calamidad pública por desabastecimiento de agua potable, sequía e intenso calor, todos asociados al fenómeno de El Niño.
Los incendios, que comenzaron hace tres días, no han dejado por el momento muertos o heridos, según las autoridades.
Las situaciones más graves ocurren en las poblaciones de Mogotes, donde el fuego sigue vivo, y en San Gil y Floridablanca, en donde las llamas fueron controladas parcialmente.
Para combatir los focos de fuego fueron enviados a los diferentes lugares los bomberos, la Defensa Civil, el Ejército y la Policía.
“Tenemos una situación especial en San Gil, donde ya se ha controlado el 85 %, pero en Mogotes está descontrolado. Por eso hemos solicitado al Gobierno y al ministro de Defensa que nos permitan contar con un helicóptero para atender la emergencia”, dijo el gobernador de Santander, Juvenal Díaz, en redes sociales.
Al respecto, la alcaldesa de Mogotes, Leidy Almeida, dijo al diario regional Vanguardia, que algunos focos de incendio están en la parte alta del caserío de Santa Bárbara.
“En la parte baja ya fue controlado el incendio. Sin embargo, en la vereda Santa Bárbara, en inmediaciones de la escuela, todavía hay focos prendidos que, tenemos que con el calor crezcan causando más daño”, explicó.
Almeida añadió que solicitó ayuda a la Gobernación de Santander y a la Unidad de Gestión del Riesgo para que envíen refuerzos que permitan apagar el incendio.