Unicef denunció este jueves que los actos de violencia armada contra las escuelas en Haití se han multiplicado por nueve en un año. Durante este tiempo se han registrado tiroteos, saqueos y secuestros en un contexto de aumento de la inseguridad y disturbios que comienzan a paralizar el sistema educativo del país.
Según la organización, en los primeros cuatro meses del curso académico (de octubre a febrero) 72 escuelas fueron atacadas. Esta cifra contrasta fuertemente frente a los ocho centros educativos atacados en el mismo periodo del año anterior. Estos datos incluyen al menos trece escuelas atacadas por grupos armados, una incendiada, un estudiante asesinado y al menos dos miembros del personal secuestrados.
Solo en los primeros seis días de febrero se cerraron treinta escuelas como resultado de la escalada de violencia en las áreas urbanas de Haití. Asimismo, más de uno de cada cuatro centros educativos ha permanecido clausurado desde octubre del año pasado.
Según la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), el 60% de Puerto Príncipe está controlado por grupos armados. Estos grupos atacan y saquean las escuelas, llevándose material y comida que constituye el sustento de muchos niños.
Se estima que un millón de niños no asisten al colegio en Haití debido al malestar social y la inseguridad. Así también, se señala el alto costo de la educación, la falta de apoyo para los más vulnerables y unos servicios educativos deficientes. Mientras tanto, la violencia contra las escuelas se está convirtiendo rápidamente en una razón para que los padres mantengan a sus hijos en casa.