Las autoridades de Guatemala recibieron los cuerpos de 17 migrantes que fallecieron durante un incendio el 27 de marzo, en una estación migratoria de Ciudad Juárez, México.
“Hemos trabajado mexicanos y guatemaltecos sin descanso para lograr identificar a las personas y lograr la repatriación”, declaró el canciller guatemalteco, Mario Búcaro, después de honrar con un minuto de silencio a las víctimas que arribaron en un avión de la fuerza aérea mexicana a la capital del país centroamericano.
Búcaro resaltó que Guatemala se adhirió al proceso penal en México contra los presuntos responsables del incendio en Ciudad Juárez para “buscar juicio, castigo y reparación”.
Posteriormente, el canciller guatemalteco se retiró del evento sin responder preguntas de la prensa.
Los 17 repatriados pertenecían a comunidades indígenas del sur y del noroeste de Guatemala que viven en condiciones de extrema pobreza y todos eran hombres entre los 18 y 53 años, de acuerdo con información del Ministerio de Relaciones Exteriores local.