Marta Rivera y otras 200 personas viajaron 20 kilómetros hasta la laguna de Chicabal en Guatemala para agradecer a la naturaleza por la lluvia.
La laguna, considerada sagrada por el pueblo maya mam, se encuentra en el cráter del volcán Chicabal.
Los visitantes realizaron ofrendas de flores, rezos y velas en agradecimiento a Dios por la lluvia y para pedir salud y alegría.
La tradición de La Rogativa de la Lluvia se lleva a cabo 40 días después de la Semana Santa.
Los participantes caminaron durante al menos 40 minutos para llegar a la laguna y participar en la ceremonia.
La tradición ha sido transmitida de generación en generación, y muchos de los visitantes dependen de la agricultura para su sustento.
También se unieron al evento un grupo de mujeres de una iglesia católica local, quienes realizaron rezos y visitaron los 40 altares ubicados alrededor de la laguna.