Ariel Henry, quien asumió el cargo de primer ministro semanas después del homicidio del presidente Jovenel Moïse en su domicilio en julio pasado, dijo que una de sus prioridades es hacer que Haití sea más seguro.
El gobierno de Haití advirtió de un incremento en los secuestros y otros delitos y se comprometió a combatir a las pandillas, lo que generó advertencias de dos jefes de la delincuencia de que cualquier medida represiva derivará en mayor violencia contra la policía en el inestable país.
“La situación actual de inseguridad en el país debe ser atendida, ya que es motivo de gran preocupación”, manifestó en una conferencia de prensa en la que el jefe de la Policía Nacional, León Charles, proporcionó detalles de lo que las autoridades han hecho y planean hacer.