El presidente de Chile, Gabriel Boric, participó este viernes de un homenaje de la Organización de Estados Americanos (OEA) a Salvador Allende y aprovechó el recuerdo del ex presidente de su país asesinado en el golpe de Estado de 1973 para hacer una defensa a la democracia y realizar nuevamente una dura crítica a la dictadura de Daniel Ortega en Nicaragua.
En su discurso también aludió a Venezuela. Si bien no nombró a ese país, reiteró el reclamo que había realizado esta semana en la Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York para que Estados Unidos retire las sanciones a ese país, pero agregó que seguirá pidiendo que se realicen elecciones libres.
“En temas de derechos humanos hemos enfrentado polémicas. Tengo la más profunda convicción producto de la dictadura que vivimos y de la solidaridad internacional que se manifestó, que en todo tiempo y en todo lugar, sin importar el color político del que está gobernando, nos sentimos con el derecho de alzar la voz. Moleste a quién moleste, sea de izquierda o de derecha”, dijo Boric ante el Consejo Permanente de la OEA.
Dijo que cuando se trata de derechos humanos, “no se trata de pontificar o apuntar con el dedo a uno y otro país, es que no es negociable”, agregó el presidente chileno. “Por eso nos duele tanto Nicaragua”, dijo.