Una veintena de países, entre ellos varios latinoamericanos, se unieron el lunes al gobierno de Estados Unidos para instar a Cuba a respetar los derechos civiles y liberar a las personas detenidas por las protestas inéditas celebradas el 11 de julio en la isla.
Brasil, Colombia y Ecuador fueron algunos de los 20 estados que se unieron al Secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, en un llamamiento al gobierno comunista para que “respete los derechos y libertades legalmente garantizados del pueblo cubano” y “libere a los detenidos por ejercer su derecho a las protestas pacíficas”.
“Instamos al gobierno cubano a que preste atención a las voces y a las demandas del pueblo cubano”, dice la declaración conjunta, que también pide el fin de las restricciones de Internet.
“La comunidad internacional no vacilará en su apoyo al pueblo cubano y a todos aquellos que defienden las libertades básicas que toda persona merece”.