Los reportes que han llegado de la zona preocupan a las organizaciones sociales que temen que se trate de una masacre, e incluso de un nuevo caso de “falsos positivos”, más que de un operativo militar contra las disidencias.
Una operación militar que buscaba capturar a uno de los líderes de la Segunda Marquetalia de las FARC y que se saldó, según el Ejército, con 11 disidentes muertos, acabó, según denunciaron organizaciones sociales, convertida en una masacre de un grupo de indígenas en el departamento del Putumayo (sur), que el Ejército luego trató de hacer pasar por guerrilleros.
En la vereda El Remanso, en el municipio de Puerto Leguízamo situado en este departamento fronterizo con Ecuador, “hubo una emboscada el pasado lunes 28 de marzo por parte del Ejército Nacional, que empezó a disparar a la población civil”, que estaba reunida participando en “una actividad veredal”, cuenta a EFE José Homero, presidente de la Organización Zonal Indígena del Putumayo (OZIP).
El presidente de Colombia, Iván Duque, anunció que en “operaciones de nuestra Fuerza Pública, se logró la neutralización de 11 integrantes de disidencias de las FARC y la captura de 4 criminales más en Puerto Leguízamo (Putumayo)”, con una mujer embarazada entre los capturados.