Diez millones de pesos (casi 11 mil dólares). Eso pagó para lograr su liberación la familia de un chileno de 28 años, secuestrado la noche del viernes 10 de noviembre en Iquique (a 1750 kms al norte de Santiago Chile), a la salida de un club nocturno.
“Una vez efectuado el pago, la víctima fue liberada y llegó por sus medios, lesionada, a su casa”, declaró un día después el fiscal Milton Torres.
El persecutor dio cuenta que “gracias a las diligencias realizadas por Carabineros del OS-9, en un trabajo de toda la noche, se logró finalmente determinar el lugar donde estaba el vehículo en el que se trasladaban estos individuos, logrando la entrada, registro y detención en los inmuebles donde se ubicaban los imputados, siendo finalmente detenidos los cuatro”.
Los delincuentes, de nacionalidad venezolana, quedaron en prisión preventiva, pero grande sería la sorpresa de los efectivos policiales al comprobar que la víctima, quién había sido llevado al hospital regional para constatar lesiones, mantenía una orden de arresto vigente por lesiones graves.
Por supuesto, el “joven” también quedó a disposición del Juzgado de Garantía de Alto Hospicio.
Solo 24 horas después y también en la ciudad de Iquique, tres chilenos y una ciudadana paraguaya secuestraron a un chico boliviano de 18 años. En este caso, la víctima fue rescatada por detectives de la Brigada Investigadora de Robos de la PDI en el sector de caleta Los Verdes, al sur de Iquique.
Ambos hechos se sumaron al más mediático de todos, el secuestro en Rancagua del empresario metalúrgico Rudy Basualdo, el miércoles 8 de noviembre. Luego de casi dos días desaparecido y tras intensas negociaciones y el pago de un rescate de 40 millones de pesos (poco más de 43 mil dólares), lograron su liberación sano y salvo.
Poco después, y gracias al GPS del celular de la víctima, agentes de la policía atraparon a los tres criminales – dos venezolanos y un colombiano -, en una cinematográfica persecución automovilística grabada en video y ampliamente difundida en todos los medios de comunicación.