El expresidente colombiano Álvaro Uribe (2002-2010) afirmó este miércoles que el juicio al que será llamado por los delitos de soborno a testigos en actuación penal y fraude procesal tiene motivaciones políticas y carece de pruebas en su contra.
“Este juicio lo adelantan por presunciones políticas, por animadversiones personales, por venganza políticas, sin pruebas que permitan inferir que yo buscaba sobornar testigos o engañar a la justicia”, dijo Uribe en una declaración leída en sus redes sociales.
La Fiscalía formuló ayer una acusación contra Uribe “como presunto determinador de los delitos de soborno a testigos en actuación penal y fraude procesal”, en un caso que comenzó en 2012 con una querella contra el senador de izquierdas Iván Cepeda y que, como un bumerán, se le devolvió en su contra.
Uribe negó que conozca o haya tenido contactos con varios delincuentes citados en el proceso, algunos de ellos presos, a los que el abogado Diego Cadena supuestamente contactó para que declaran en contra de Cepeda.
“Siempre pedí la verdad, nunca pedí a mentir ni callar”, aseguró el expresidente y líder del partido de derechas Centro Democrático, quien añadió: “Jamás he involucrado a personas a delinquir, menos a personas de la edad de mis hijos”.
La demanda de Uribe contra Cepeda, senador que hoy hace parte de la coalición oficialista Pacto Histórico, buscaba demostrar una supuesta manipulación de testigos en una denuncia que éste preparaba hace 14 años en el Congreso contra el expresidente por supuestos vínculos con el paramilitarismo.