El Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) y la Armada de Chile vigilan más de cerca las operaciones de los numerosos barcos chinos que llegan a los sobre explotados caladeros de pesca antárticos y pacíficos desde el Océano Atlántico y que han desatado también la preocupación de pescadores locales y colectivos de defensa medioambiental por su impacto sobre áreas protegidas.
Así lo reveló este martes la directora general de Sernapesca, María Soledad Tapia, durante una rueda de prensa ofrecida en la ciudad costera de Valparaíso, situada a unos 100 kilómetros al oeste de la capital.
“Estamos fiscalizando la flota china que ya tradicionalmente se mueve por esta zona en este periodo del año. Se trata de cerca de 350 naves que se desplazan desde el Océano Pacífico hacia el Océano Atlántico y viceversa, en busca del recurso pota, que es un calamar más pequeño y se captura en alta mar con el sistema jigging”, afirmó.
Estas naves cruzan por la zona económica exclusiva y áreas marinas protegidas de Chile por lo que la vigilancia se ejerce a través de “un sistema de monitoreo satelital y a de una red de avistamientos existentes” en la que también participa la Armada de Chile, a través de su Servicio de Búsqueda y Salvamento