La policía chilena mató a un joven de 19 años en un control de tráfico en la Región de Valparaíso.
El conductor embistió a un agente de policía y trató de escapar antes de ser herido de muerte por otro agente con una subametralladora UZI.
El fiscal de San Antonio, Fred Silva, consideró que la acción de la policía fue “razonable” y “en defensa propia”.
La muerte se produjo después de la promulgación de una nueva ley de seguridad que otorga a la policía más facultades para usar armas de fuego.
La ley, conocida como Ley Nain-Retamal, exime a la policía de actuar con proporcionalidad, excepto en la protección de bienes.
En respuesta a la ola de violencia en los controles de tráfico, la policía ha vuelto a utilizar subametralladoras UZI durante los patrullajes preventivos y se han establecido otras medidas, como un mínimo de tres agentes por radiopatrulla y la prohibición de que las motos todo terreno presten servicio por la noche.