Mónica Monsalves, presidenta de la Corporación Memorial Cerro Chena, afirma que 50 años después de la dictadura en Chile, este centro de detención y tortura apenas ha sido investigado.
Testimonios señalan que Chena podría ser un “cementerio clandestino” donde se fusiló a prisioneros. En 1973, camiones militares transportaban cuerpos cubiertos hacia el recinto militar de San Bernardo.
Aparecieron restos óseos en 2002, que se trasladaron a la Universidad de Chile pero fueron olvidados y dañados en una bodega inundada en 2014.
En 2019, los restos pasaron al Servicio Médico Legal sin ser examinados. 89 cajas de restos de 300 presuntas víctimas, incluyendo las de “Cerro Chena”, están siendo enviadas a Austria para su identificación.
Informes y registros señalan que en Cerro Chena se ejecutaron al menos 100 personas y 17 aún están desaparecidas.
Las organizaciones de derechos humanos buscan que el sitio sea incluido en el Plan de Búsqueda de Detenidos Desaparecidos que el Gobierno de Gabriel Boric está elaborando.