El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ha atribuido los recientes ataques a escuelas en el país al “odio” que se difunde “sin reglas” en la internet y a políticas armamentistas que calificó de “industria de dar tiros”.
Lula convocó a autoridades de todos los niveles para analizar la ola de ataques y amenazas a las escuelas.
Además, relacionó la situación con la “impunidad” en la internet y con políticas de su antecesor, Jair Bolsonaro, que facilitaron el acceso de los civiles a las armas.
Lula propuso decisiones políticas para impedir los “discursos de odio” en internet y sustituir las armas por una “cultura de paz”.
También participaron en la reunión miembros del gobierno, el Congreso y el Poder Judicial, junto a gobernadores y alcaldes que se comprometieron unánimemente a poner fin a la violencia contra niños y adolescentes.
El ministro de Justicia, Flavio Dino, presentó un balance de las acciones realizadas por el gobierno, en las que se detuvo a 225 personas, se citó a 694 adolescentes a declarar ante la policía y se realizaron 155 allanamientos.