Con unos 213 millones de habitantes, 613.000 muertos y 22 millones de infectados por la Covid-19, Brasil es, en términos absolutos, el segundo país del mundo más azotado por la enfermedad.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, afirmó que tomará “medidas racionales” frente a la aparición de una nueva variante del coronavirus, que ha prendido las alertas globales, aunque volvió a manifestarse en contra de las medidas de aislamiento social.
“Todo puede pasar. Una nueva variante, un nuevo virus. Pero Brasil y el mundo no aguantan un nuevo confinamiento, sería condenar todos a la miseria, que lleva a la muerte también”, dijo el mandatario en declaraciones a los periodistas tras participar en una graduación militar en Río de Janeiro.
Bolsonaro, uno de los gobernantes más negacionistas frente a la pandemia y quien aún no se ha vacunado, igualmente pidió que la población no se “aterrorice” ante el surgimiento de la variante identificada en Sudáfrica, bautizada “ómicron” y cuyo potencial de transmisión podría ser mucho mayor.