Bolivia inauguró este viernes (15.12.2023) su primera planta estatal de carbonato de litio en el Salar de Uyuni (suroeste), donde el país concentra gran parte de sus enormes recursos de este metal clave en la transición hacia las denominadas energías limpias.
Con una inversión de 110,2 millones de dólares, la fábrica comenzó a operar después de cinco años de iniciada su construcción, un proceso con varios retrasos.
“Damos un paso trascendental en la vida económica histórica del país, al entrar al plano industrializador del litio boliviano”, afirmó el presidente Luis Arce, al inaugurar las instalaciones.
La planta tendrá capacidad de producir en un futuro “más de 15.000 toneladas de carbonato de litio al año”, precisó por su parte el ministro de Hidrocarburos y Energía, Franklin Molina.
Llamado ‘oro blanco‘, el litio es el principal componente para la fabricación de baterías de teléfonos celulares, computadoras y automóviles eléctricos, entre otros productos. Su demanda ha crecido exponencialmente en el marco de los esfuerzos de muchos países por salir del uso del carbón, el petróleo y el gas, principales fuentes del calentamiento global.
Bolivia cuenta con uno de los mayores volúmenes de recursos de litio, unos 21 millones de toneladas, de acuerdo con el registro del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).