Bolivia inauguró este martes en la región de Santa Cruz (este) su primera planta de biocombustibles. Esto con el fin de bajar gradualmente la millonaria subvención para importar hidrocarburos, que provoca la escasez de dólares.
“La industrialización es el único camino para sacar al país de la dependencia de importación de gasolina y diésel”, afirmó el presidente Luis Arce en el acto de inauguración.
“Nuestro desarrollo, nuestro crecimiento, el día a día, no pueden depender de una importación”, como la de combustibles, agregó el mandatario.
Según el gobierno, la planta tendrá una capacidad de producción de 3,1 millones de litros de combustible y utilizará como principales insumos soja, palma y girasol.
Se trata de una primera planta, mientras que una segunda estará lista en la ciudad andina de El Alto, vecina de La Paz, a partir de fin de año. El gobierno planea instalar una tercera planta, de aceites hidrotratados (similar al diésel fósil), que quedará pronta el próximo año.
Según el Viceministerio de Comunicación, con las tres plantas Bolivia producirá 12.000 barriles de biocombustibles por día que estarán en condiciones de sustituir hasta un 48% las importaciones de gasolina y diésel.