Un informe del Banco Mundial propone un nuevo modelo de desarrollo económico en la Amazonia brasileña que combine la conservación de los recursos con la productividad.
El informe destaca que cerca de 28 millones de brasileños viven en los estados amazónicos, de los cuales más de un tercio son pobres.
Aunque la mayoría de la pobreza se concentra en áreas urbanas, el informe señala la gravedad de la “pobreza rural” y la falta de servicios básicos.
La Amazonia brasileña alberga la mayor proporción de población indígena del país y posee un valor económico anual mínimo de 317.000 millones de dólares debido a su regulación climática, biodiversidad y medios de vida.
El informe enfatiza la necesidad de políticas ambientales efectivas y un cambio en el modelo de desarrollo basado en la extracción de recursos para mejorar la calidad de vida de la población y proteger los recursos naturales.
Se sugiere un enfoque complementario en la productividad urbana y rural, así como en la protección forestal.
Además, se recomienda una reforma tributaria y crediticia para reducir la expansión de la frontera agrícola y aumentar la productividad.