Centroamérica, con cerca de 50 millones de habitantes, registra altos niveles de pobreza y una violencia extrema que se atribuye a las pandillas que controlan amplios territorios y a las organizaciones transnacionales que usan el istmo como puente de la droga producida en el sur del continente y que tiene su mayor mercado Estados Unidos.
La alta comisionada adjunta de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), Kelly T. Clements, pidió “apoyo urgente para un millón de desplazados centroamericanos”, tras una visita a Honduras, Guatemala y México.
“Hasta un millón de personas en Centroamérica han sido desplazadas por la fuerza. Es responsabilidad de la comunidad internacional y de todos nosotros ayudar a esas personas a reconstruir sus vidas”, expresó la funcionaria de la ONU.
Clements destacó que “nunca” como ahora “ha sido más urgente” un mayor apoyo financiero y técnico a los Gobiernos y organizaciones que trabajan juntos para proporcionar ayuda humanitaria y protección a las personas que se desplazan en Centroamérica y México.