Rory McIlroy vuelve a pronunciarse sobre el acuerdo que no llega entre estos dos circuitos y aseguró que es descorazonador ver a los mejores golfistas jugar en circuitos separados durante la mayor parte del año.
La división existente en la actualidad entre el PGA Tour y LIV Golf, respaldado por Arabia Saudí, “es insostenible y no beneficiará a nadie a largo plazo”, dijo Rory McIlroy a ‘Golf Monthly’ este martes.
El cuatro veces campeón de ‘majors’ dijo que era descorazonador como jugador ver a los mejores golfistas jugar en circuitos separados durante la mayor parte del año.
“Tiene que haber una solución. Creo que lo que está sucediendo es insostenible en este momento, así que algo tiene que suceder para tratar de tener nuevamente a todos juntos y que todos podamos seguir adelante para que no suframos esta división, que es una vergüenza”, añadió el británico.
“Siguen yendo por caminos diferentes y no veo cómo eso beneficia a nadie a largo plazo… Creo que es una pena para el golf en general”, sostuvo el norirlandés. Aunque las negociaciones sobre una fusión entre el PGA Tour y LIV Golf están en curso (el previsto acuerdo se está demorando mucho), McIlroy aseguró que “probablemente todavía estemos bastante lejos del acuerdo, pero espero que en el futuro podamos llegar a eso, a unificar el golf y a volver a reunir a los mejores jugadores”, destacó.
Las conversaciones entre el PGA Tour y LIV Golf se están alargando y el circuito americano consiguió en enero un acuerdo de inversión de 3.000 millones de dólares con un consorcio de propietarios de equipos deportivos estadounidenses llamado Strategic Sports Group (SSG).
El PGA Tour está dispuesto a ir por libre con SSG si no se llega a un acuerdo con LIV Golf, anunció el mes pasado Jay Monahan, comisionado del circuito. “En última instancia, LIV Golf cuenta con algunos de los mejores golfistas del mundo que están jugando un golf realmente bueno”, concluyó McIlroy.
McIlroy volverá a competir en el Open de Texas a partir de este jueves en San Antonio como preparación para el Masters de Augusta, el único de los cuatro Grand Slams que le falta por conquistar.