Es posible que conozca a alguien cuya vida haya sido impactada de alguna manera por el Alzheimer. Para algunas personas, la lucha radica en encontrar formas de frenar la progresión de la enfermedad a través de ensayos clínicos, y una pareja de Georgia ha sido parte activa en esa batalla.
Cuando diagnosticaron a Max Chosewood con Alzheimer hace aproximadamente tres años, su familia anhelaba algo en particular: tiempo. Optaron por participar en ensayos clínicos, buscando congelar, detener o ralentizar una enfermedad para la cual aún no existe una cura definitiva.
“Pensamos más en la idea de que ayudaría a Max, para que no declinara rápidamente. Pensamos: ‘Hagámoslo porque si ayuda de alguna manera, es algo grandioso’”, compartió Judy Chosewood.
Algunos médicos se esfuerzan por encontrar una cura a través de ensayos clínicos. “Actualmente, no existen tratamientos seguros y efectivos que modifiquen la enfermedad de Alzheimer. Ha sido un desafío constante para mí, ya que mi padre y mi abuelo padecieron la enfermedad de Alzheimer”, mencionó el Dr. Marshall Nash de ALCANZA/NeuroStudies en Decatur.
“Es crucial continuar elevando el estándar de seguridad y eficacia de los medicamentos que administrarnos a las personas”, afirmó el Dr. Nash.
Según la Asociación de Alzheimer, “Sin ensayos clínicos, no puede haber mejores tratamientos, prevención ni cura para la enfermedad de Alzheimer. Reclutar y retener a diversos participantes en los ensayos es ahora el mayor obstáculo, además de la financiación, para desarrollar la próxima generación de tratamientos para el Alzheimer. Se necesitan personas con demencia, cuidadores y voluntarios sanos para participar en estudios clínicos centrados en el Alzheimer y otras demencias”.
El Dr. Nash informa que Max estaba tomando uno de los medicamentos recientemente aprobados y señala que estos medicamentos han ralentizado la progresión del Alzheimer en comparación con la evolución normal de la enfermedad.
Para algunos médicos, se trata de la ciencia y la búsqueda de la cura; para algunas familias, es una cuestión de tiempo, de aprovecharlo al máximo. “Después de 60 años casado con esta chica, todavía tengo cosas que decirle”, expresó Max Chosewood.