Los familiares y amigos de los manifestantes pro palestinos de la Universidad de Emory se congregaron afuera de la cárcel del condado de DeKalb para animar a los arrestados cuando fueron puestos en libertad. Entre ellos se encontraba David Meer.
“Nos metieron en una habitación con los demás manifestantes. Nos dieron comida en la prisión”, explicó Meer. “Me preguntaba quién vendría aquí para ayudarme. Me sentí muy aliviado al ver a la gente”, añadió.
Meer, quien es estudiante, dijo que el jueves obedeció a los oficiales, pero fue arrestado de todos modos. “Estuve siguiendo a la multitud todo el tiempo. La policía simplemente nos acorraló muy rápidamente”, relató Meer.
Varias de las 28 personas arrestadas fueron liberadas el viernes. El Centro Sur de Derechos Humanos ha estado ayudando a los manifestantes a encontrar representación legal.
“Sentimos la necesidad de asegurarnos de que las personas tuvieran acceso a un abogado y pudieran tener una oportunidad justa en los tribunales”, declaró Devin Franklin, asesor de políticas del movimiento, Southern Center for Human Rights.
Franklin solía trabajar como defensor público. Él cree que lo que vio fue el uso de fuerza excesiva.
“La piedra angular de la democracia estadounidense ha sido la disidencia. Ha sido la gente que se ha levantado y ha ejercido su voz”, señaló Franklin.
“Ves a los agentes arrojando y atacando a jóvenes y mujeres, cuando ves a personas esposadas, retenidas y siendo disparadas con pistolas Taser”, concluyó Franklin.